Aria de Zaida, la favorita del serrallo en la ópera de Mozart del mismo nombre, quien le canta al esclavo cristiano dormido, Gomatz, de quien está enamorada.
Ruhe sanft, mein holdes Leben,
schlafe, bis dein Glück erwacht;
da, mein Bild will ich dir geben,
schau, wie freundlich es dir lacht:
Ihr süßen Träume, wiegt ihn ein,
und lasset seinem Wunsch am Ende
die wollustreichen Gegenstände
zu reifer Wirklichkeit gedeihn.
Reposa suavemente, mi dulce amor,
duerme hasta que se despierte tu buena fortuna.
Toma, te dejo mi retrato,
mira con cuanta complacencia te sonríe.
¡Dulces sueños, acunad su descanso
y que lo que imagina,
en sus sueños de amor,
se convierta finalmente en realidad!
Considerada por muchos críticos como una obra maestra aunque truncada por las circunstancias, Zaide (Zaida) es una de las óperas menos conocidas de Mozart aunque, en gran parte, prefigura ya los hallazgos de la posterior El rapto del serrallo. Basada en un libreto de Johan Schachtner, Zaide es un singspiel (un tipo de ópera alemana en el que los diálogos son hablados y no cantados) y al parecer Mozart la empezó a componer (¡a los 24 años!) con destino a la ópera alemana que el emperador José II estaba pensando para Viena, dominada entonces por la ópera italiana, pero el encargo de Idomeneo para la Ópera de la Corte de Múnich la dejó finalmente inconclusa.